Ir al contenido principal

Me he comido mis propias palabras

No existe tradición en la sociedad española sobre la aceptación de los errores propios. De hecho, existe una tradición justo en sentido contrario: Los Manrique (ya se sabe, don Rodrigo, su hijo Jorge y demás) usaban como mote el dicho "Lengua sin manos cómo osas hablar". Porque era de hombres mantenerla y no enmendalla.

En el mes de marzo de este año, tuve la premonición de que si asistía al coloquio al que me había invitado el Insituto Cervantes en Madrid, debería estar dispuesto a comerme mis propias palabras, porque aquello tenía toda la apariencia de una encerrona.

Bueno, no es que yo sea adivino (aunque he tenido algunas experiencia de premoniciones bastante embarazosas). Nada de eso. Es que la exposición dentro de la que se celebraba este coloquio, "Escrituras en libertad. La poesía experimental española e hispanoamericana del siglo XX" estaba plagada de signos e indicios muy clarificadores sobre el hecho de que su comisario tenía muchas cosas contra mí, tanto a título personal como por el hecho de formar yo parte del movimiento de la poesía experimental española.

En ese coloquio, que compartí con Chema de Francisco, lo de la encerrona sólo se materializó brevemente, e incluso podría afirmarse que ambos salimos airosamente, e incluso que semejante maniobra se volvió contra Sarmiento. La cosa se complicó mucho más en otro coloquio, dirigido por el propio comisario José Antonio Sarmiento, y que contó con la participación de Juan Hidalgo y José Luis Castillejo. Pero esa es otra historia que ya os contaré cuando tengo tiempo de subir el video que he conseguido a pesar de los esfuerzos de los directivos del Cervantes por impedírmelo. (Ellos eliminaron del video que han colgado en su web más de media hora, para impedir que se conocieran las increibles afirmaciones de Sarmiento en las que se mostraba como un comisario que desprecia la materia de la que se supone que debía mostrar su exposición).

De todas formas, el día del coloquio que mantuvimos Chema de Francisco y yo, hice una demostración de como estaba dispuesto a comerme mis propias "palabras". Si tienen paciencia de visionar el video, ya al final, además de alguna demostración de mi producción de poesía sonora, esta si está el documento.
 

 

Comentarios

También pueden interesarte: